Ese mundo mágico en el que la tristeza y el dolor tenían prohibido entrar.
Donde las lágrimas no se atrevían a caer y en el que el frío corazón rápido entraba en calor.
Añoro ese mundo mágico en el que cualquier problema siempre tenía solución.
Donde una sonrisa tuya cualquier mal era capaz de curar.
Donde una caricia era toda la riqueza que se pudiera necesitar.
Añoro ese mundo mágico que un día se marchó sin yo poder decirle adiós.
Ese mundo mágico, rebosante de ternura, cariño y amor, cuyo recuerdo por siempre vivirá en mi corazón.
Añoro ese mundo mágico que, entre tus brazos Mamá, para mí siempre creaste, desde la primera hasta la última vez que me abrazaste.
"Ese mundo mágico"
